El primer paso es contactar por teléfono o email. Háblenos de su colección y explíquenos cuál es su necesidad: asegurar su colección, repartir una herencia, evaluar un siniestro, o lo que sea. A través de nuestro formulario podrá remitirnos imágenes que nos ayudarán a asesorarles sobre la estrategia a seguir.

Lo siguiente es concertar una cita para examinar e inventariar los bienes en el lugar donde se encuentren. Esta fase suele llevar tiempo ya que se aprovecha la visita para recopilar información sobre muchos aspectos: tipo de obra, medidas, estilo, posibles firmas, soporte físico, estado de conservación, etc. También se fotografía cada objeto. Tenga lista toda aquella documentación sobre compras, restauraciones, etc., que pueda ayudarnos en la catalogación. Cualquier recuerdo familiar relacionado con la obra también conviene compartirlo. Es muy importante conocer cómo esos objetos han llegado a sus manos.

El trabajo de catalogación lo realizamos en nuestro estudio. En ocasiones, podemos recomendar traer alguna obra concreta a nuestro taller de restauración para un examen más detallado. Ahí disponemos de los medios tecnológicos para identificar repintes, firmas ocultas, etc. Normalmente, el informe estará listo en unas dos o tres semanas, aunque la entrega definitiva dependerá del volumen de la colección y de su mayor o menor dificultad de identificación y catalogación.

Depende de muchos factores: volumen de la colección, calidad de las obras, dificultad de su estudio, etc. Los presupuestos se realizan a medida. Nos puede consultar sin compromiso.

Un tasador de arte y antigüedades cualificado e independiente es aquél que aúna un conocimiento profundo sobre historia del arte y conservación, una metodología adecuada, conocimientos legales y una ética profesional. Existe mucha oferta, sobre todo en internet, de servicios de tasación generalistas anunciados por personas sin la formación adecuada. Por otra parte, existen servicios de valoración ofrecidos por casas de subastas o anticuarios, si bien estos, por tener interés en la venta de esas obras, le ofrecerán unas tasaciones más bajas que las que proporcionamos los tasadores independientes.

El valor de tasación lo determinan por múltiples factores: la autenticidad, el autor, la época, el soporte, la técnica, o el estado de conservación son solo algunos de ellos. Una vez catalogado, los tasadores comparamos el objeto estudiado con los precios alcanzados por otros objetos de similares características, salidos al mercado en época reciente en galerías, anticuarios, casas de subastas, ferias, etc. De esta manera llegamos a una estimación objetiva del valor de una obra en un momento concreto.

Sí. El destino de la tasación determina el tipo de valor que se asigna a un bien. No es lo mismo valorar una colección porque se desea suscribir una póliza de seguro, por poner un ejemplo, que tasarla porque se ha decidido ponerla a la venta. En el primer supuesto se suele asignar un valor de reemplazo, mientras que, en el segundo supuesto, es su cotización en el mercado secundario lo que fijará el criterio.

En principio, no. Existen unos pocos investigadores e instituciones capacitados para emitir veredictos independientes de autenticidad sobre una obra de arte concreta. Suelen ser expertos en un determinado periodo o artista, que normalmente ejercen su actividad en el ámbito de los museos o las universidades. Los tasadores cualificados podemos, sin embargo, por nuestra experiencia y por los medios tecnológicos de los que disponemos, determinar compatibilidades con posibles atribuciones. Parte de nuestra labor consistirá en asesorarle sobre cómo proceder ante aquellos objetos que, por su calidad o potencial cotización, merezcan ser investigados más a fondo. Es frecuente recomendar pruebas específicas de laboratorio y también solicitar la opinión de expertos independientes.